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Consejos básicos

En las fases iniciales de la enfermedad puede no haber síntomas o ser estos muy leves. Al igual que ocurre con otras enfermedades crónicas, es importante conocer la enfermedad y saber qué se puede hacer para intentar un mejor control. Si se descuida la alimentación y/o se incumple el tratamiento, el riesgo de complicaciones aumenta mucho.

En aquellos pacientes fumadores es prioritario el abandono definitivo del hábito tabáquico.

  • Controle todos los días sus niveles de azúcar en sangre

    Los chequeos diarios son la única manera de controlar la enfermedad.

    Hay muchos factores que pueden afectar al nivel de glucosa en sangre, como el nivel de actividad, la comida, el estrés, medicamentos, enfermedades… y a menos que se controle mediante chequeos diarios, no se puede saber si se mantiene en unos niveles de glucosa adecuados o está fuera de los márgenes.

    Se recomienda, dependiendo de la gravedad de la diabetes y sus hábitos de vida, que consulte con su médico cuál es la frecuencia más adecuada de chequear sus niveles.

  • Tome los medicamentos

    Los síntomas de la diabetes son progresivos y «silenciosos«. No deje de tomar sus medicamentos indicados pensando que ya no padece la enfermedad.

    También hay muchas personas que, debido a la naturaleza de los síntomas de la diabetes, no se mentaliza de la importancia de la medicación y no se preocupa de ella. ¡No lo hagas!

    Los síntomas de la diabetes pueden derivar en enfermedades de corazón, daños en los nervios, en los ojos, y otras muchas complicaciones asociadas.

    Tome los medicamentos o la insulina tal y como se lo ha indicado el médico. Si tiene dudas, consúltelas con su médico.

  • Haga ejercicio

    El ejercicio es de las cosas más importantes, junto con la medicación y el control de la alimentación, que puede hacer para mantener a raya la diabetes, aparte de otros beneficios evidentes sobre la salud. Mejora el control del azúcar en sangre, la respuesta de su cuerpo hacia la insulina y ayuda a prevenir problemas cardíacos.

    Estudios de todo tipo concluyen que cualquier nivel de ejercicio es beneficioso para la salud y la diabetes, desde el paseo a ritmo moderado-fuerte hasta los ejercicios con pesas. Busque su rutina de ejercicio que más le agrade y con la que disfrute, todo ayuda. Desde nadar, andar, correr, bicicleta, deportes, etc…

  • Deje el tabaco

    Si es usted fumador, es bastante importante que deje éste hábito tan perjudicial. Fumar aumenta el riesgo de padecer diabetes y, si por un casual, usted padece diabetes y sigue fumando, sepa que los problemas relacionados con su diabetes se agravarán.

    Fumar aumenta los niveles de glucosa en sangre, constriñe los vasos sanguíneos y causa inflamación, y los fumadores tienen un mayor riesgo de enfermedad renal, daño nervioso, daño de los vasos sanguíneos, y las infecciones del pie y de la pierna.

    Tenga en cuenta que muchas personas aumentan de peso después de dejar de fumar, ya que tratan de satisfacer sus ansias de nicotina por comer más, algo que es contraproducente con la diabetes. Por lo tanto, es muy importante dejar de fumar.

  • Mantenga su higiene bucal

    Padecer una diabetes no regulada, no solo significa tener niveles altos de glucosa en sangre, sino que también supone altos niveles de glucosa en saliva, aumentando el riesgo de una caries.

    Aparte de que, por definición, la diabetes hace que sea más difícil combatir las infecciones, por lo que si se contrae una infección de encías, le llevará más tiempo combatirla que una persona sana sin diabetes.

    En resumen, para una buena salud bucal, cepíllese los dientes un par de veces al día y utilice el hilo dental.

  • Cuide sus pies

    La diabetes, como ya hemos comentado, puede producir, entre otras cosas, neuropatías, o lo que es lo mismo, daño a los nervios, sobre todo a los de los pies. Si usted tiene daño en los nervios, debido a la falta de sensibilidad en los pies puede que no note las úlceras, ampollas, callos, hinchazón, moretones o heridas en la piel. Por lo que prestarles una especial atención también es importante.

    Lo más importante es mantenerlos limpios y secos. Láveselos con agua templada y séqueselos con una toalla limpia y suave. Use un buen calzado que le permita tener comodidad en los pies.