Método del plato

Método del plato

El “Método del Plato” te ayuda a prevenir y controlar la diabetes tipo 2

La alimentación es uno de los pilares en el abordaje terapéutico de la diabetes tipo 2. Sin duda, una alimentación saludable contribuye al buen manejo y control de esta patología.

Además, sabemos que instaurar hábitos dietéticos saludables puede retrasar y/o evitar la aparición de diabetes en individuos con alto riesgo de tenerla.

Lejos de pautas dietéticas rígidas y cerradas, en los últimos años se opta por alternativas que orienten a las personas a tomar mejores decisiones en la elección de alimentos.

El “Método del Plato” se propone como una herramienta fácil de implementar para ayudar a planificar las comidas y lograr una alimentación equilibrada con alimentos de buena calidad.

El objetivo es ser capaces de seleccionar los alimentos saludables en una proporción y cantidad adecuadas, manteniendo una estética apetecible y eliminando la sensación de monotonía. Las posibilidades son infinitas siguiendo la estructura que te proponemos a continuación para utilizar el “Método del Plato”.

Esta herramienta toma como referencia un plato llano de unos 22-23cms. de diámetro. En la mitad de este plato seleccionamos vegetales, hortalizas con bajo contenido en hidratos de carbono y frutas. Y es que este grupo de alimentos constituyen la base para una alimentación saludable. Se aconseja incluir diariamente verduras variadas por lo menos dos veces al día, una de ellas en forma cruda, y tres veces al día fruta.

La otra mitad del plato la dividiremos en dos partes, que lógicamente representarán menor proporción con respecto a las frutas y verduras. Una de las partes la completaremos con alimentos proteicos de buena calidad. Elegiremos pescado (blanco y azul), aves y huevos. Limita el consumo de carnes rojas, embutidos, otras carnes procesadas y queso.

La otra parte la completaremos con “alimentos farináceos”: cereales y derivados preferentemente integrales y/o de grano completo, así como tubérculos y legumbres. Elegiremos cereales y derivados de grano entero o integrales (pan, arroz, pastas integrales,  maíz, quinoa, mijo y espelta), así como legumbres, patata y boniato. En este sentido, se aconseja limitar los cereales refinados como el pan, arroz y pastas. Es preciso considerar que las legumbres son también fuente de proteína y, en un momento dado, pueden usarse como alternativa a los alimentos proteicos descritos anteriormente.

Utilizaremos aceite de oliva virgen extra para cocinar y aliñar las comidas.

La bebida de referencia es siempre el agua. No hay elección mejor que el agua como bebida. También café, infusiones o caldos con poca sal. Se aconseja evitar bebidas alcohólicas y limitar los zumos que nunca se considerarán un sustitutivo de la frutas.

Los lácteos (leche y yogur principalmente sin azúcares añadidos) se pueden incluir de 1 a 3 veces al día.

Es importante destacar que los alimentos que no se puedan ubicar en algunas partes descritas son alimentos que no deberán formar parte de la dieta habitual ni en la prevención ni en el manejo de la diabetes tipo 2. Por lo tanto, alimentos ultra procesados como galletas y demás bollería, cereales refinados, embutidos precocinados, snacks…de un modo muy claro quedan fuera del contexto de una alimentación saludable.

Además de estas recomendaciones dietéticas, es importante realizar actividad física de manera regular, como mínimo 30 minutos diarios como parte de un estilo de vida activo.

Para poder implementar esta sencilla herramienta necesitamos práctica e imaginación. Y ante cualquier duda, será muy aconsejable acudir a profesionales cualificados que nos ofrezcan asesoría personalizada a nuestro caso.

 

Autor original: Equipo de nutrición A.D.M.

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